Carioca No Mundo visita Le Barth

Llegada a San Bartolomé.

Jayme primero nos saluda desde el aeropuerto de Saint-Martin, una pequeña parada necesaria para llegar a San Bartolomé. Allí, se sube a un avión en ruta a nuestra isla soleada y vuela sobre el hermoso y brillante mar azul antes de aterrizar; incluso podemos ver algunas montañas y colinas, de un verde brillante y cautivador, en el fondo.

Todo esto, por supuesto, vivido desde el asiento delantero de la aeronave, una aventura exquisita a pesar de que apenas dura 15 minutos: los mejores 15 minutos de tu vida, indudablemente, y seguramente algo que querrás hacer una y otra vez.

Cuando llega a la isla, Maksym, nuestro dedicado gerente de hotel y experto en hospitalidad, lo recibe personalmente, y el corto viaje de 10 minutos desde el aeropuerto hasta la propiedad es tranquilo y sin prisas, repleto de paisajes desconcertantes.

Es con gran alegría y emoción que arriba a un “refugio de tranquilidad con un degradado del azul del océano de San Bartolomé en el fondo”. ¡Sus palabras enteramente, no las nuestras!

Se quedó en Villa Bleu y al llegar, ya tenía una mimosa de bienvenida esperándolo en la puerta.

A primera vista, justo después de entrar, Jayme describió la villa como cinematográfica. Grande, luminosa y acogedora. Una botella de Champagne Leclerc Briant aguardaba como regalo de bienvenida junto con bandejas de queso, frutas y embutidos. Bon appétit!

Mientras recorre la villa, maravillándose de su diseño y amplitud, podemos ver de primera mano los grandes espacios cuidadosamente iluminados, que absorben la luz natural. Jayme visita cada habitación, recorre la cocina, revisa la terraza e incluso muestra las muchas pequeñas delicias escondidas aquí y allá, como los artículos de tocador Diptyque de alta gama.

Sol y diversión. por todas partes

Después de recorrer la villa, toma un refrescante baño en la piscina privada con vista al brillante mar azul del Caribe y luego se sumerge en el océano, llegando finalmente a la suave playa que lo espera justo en frente de la terraza privada de la villa.

Luego, Jayme disfruta un lunch en Amis St. Barth, sentado junto a la playa, con los pies en la arena: una experiencia deliciosa y delicada, con exquisitos tagliatelle de langosta acompañados de sorprendentes vistas de la costa y una suave charla como sonido de fondo.

Para mantener viva la tarde, toma una clase de mixología con nuestro hábil bar tender, y juntos crean una bebida deliciosa y colorida, brillante y verde como la naturaleza circundante y perfectamente refrescante después de un día de diversión.

¡Salud! Por un primer día inolvidable en el paraíso.

A la mañana siguiente, se despierta lentamente y disfruta de un desayuno completo, estilo petit-déjeuner, entregado directamente a la villa, con fruta fresca, tostadas de aguacate, sabrosas mermeladas y el mejor pan que llega en una caja exclusiva de Le Barth Villa Rental: ingredientes frescos, al estilo típico francés, con gastronomía de primer nivel.

Más tarde, utiliza uno de nuestros coches de alquiler para salir a explorar la isla. Visita Gustavia, la capital de la isla, y recorre las numerosas boutiques de lujo y exquisitos restaurantes. Jayme también visita la playa de Gouverner y disfruta de un picnic cuidadosamente preparado por nuestro equipo y proporcionado por Maksym. Fruta recién picada, yogur, bebidas refrescantes, ¡y el mejor momento!

Después, se regala un masaje relajante de 50 minutos en el Spa y, para cerrar todo con broche de oro, cena en Amis St. Barth, donde prueba una serie de platos diferentes cuidadosamente cocinados por el chef ejecutivo Vincent Gomis, acompañado de una cuidada selección de vinos.

Para descubrir cada detalle y vivirlo junto al propio Jayme, vaya a ver su video y disfrute de un momento maravilloso en la playa.

Obrigado, Jaime! Tenerlo aquí ha sido un honor, y esperamos darle la bienvenida nuevamente.